Lo más importante para los jugadores es establecer un presupuesto para el juego. El baccarat, al igual que todos los otros juegos de casino, es muy adictivo, y si los jugadores no se preocupan, pueden causar problemas socioeconómicos cuando se enganchan.
Cuando se trata de presupuestar, la regla es muy simple. Los jugadores deben dejar de apostar lo que no pueden permitirse perder. Muchas veces los jugadores gastan todo su dinero en los casinos que intentan perseguir pérdidas. Una última cosa, el baccarat se juega por diversión, y nunca puede ser un sustituto del trabajo o la escuela.